En el Día Internacional de la Fraternidad Humana os compartimos este poema, expresión de admiración y gratitud
hacia los voluntarios y voluntarias, personas insustituibles en la tarea de
hacer del mundo la casa de todos.
VOLUNTARIOS
Una voz llama.
Unos pies en camino van.
Las manos siempre extendidas
y el corazón predispuesto
para poder ayudar.
Ojos ávidos de todo:
de agua, de amor, de pan... 
Caras sonrientes que acuden 
por descubrir algo más 
que transforme tierra seca
en oasis singular
y aquellos días aciagos, 
en otros nuevos llenos 
de alegría compartida y
de entrega a los demás. 
Corazones que se unen 
ante una misma tarea
de mejorar nuestro mundo, 
de eliminar la miseria, 
de enseñar al que no sabe 
y abrir otras muchas puertas 
donde se pueda vivir con dignidad
y sin tristeza.  ✍🏽
JGT
¡Que permanezca el espíritu de tolerancia, el respeto de la
diversidad, la cooperación y la paz!
¡Somos familia humana. En nuestra diversidad nos une el
Voluntariado!