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sábado, 26 de noviembre de 2016

Desde Naciones Unidas, Nuria Iglesias nos cuenta...




Mi nombre es Nuria Iglesias hace dos años escuché por primera vez la palabra VIDES de mano de mi compañera de piso, jamás podría imaginar que significaría tanto en mi vida, los momentos y  experiencias tan importantes e increibles que he vivido y estoy viviendo gracias a ella. También como no mencionar el acercamiento a la comunidad de las Hijas de María Auxiliadora y a la magnífica labor que desempeñan con los jóvenes en cada uno de los rinconcitos del mundo.
   Mis inquietudes por conocer mundo y desarrollar labores humanitarias me llevaron a contactar con VIDESUR, concretamente son Sor Chiqui, con quien tuve mi primer encuentro y en donde pude expicarle la formación en materia social que tengo. Mi idea en este encuentro era conocer más de cerca el voluntariado internacional. Una vez que la hermana me explicó todo con detalle y disponía a irme llegó ese gran momento y oportunidad que jamás pensé que nadie pudiese brindarme, pero ahí estaba ella,  Sor Chiqui quién antes de salir por la puerta del despacho me detuvo y me dijo puede que te interese otro tipo de prácticas en Naciones Unidas. En ese momento mis ojolos no podían abrirse más, estaba experimentando muchas sensaciones a la vez: nervio, intriga, inquietud por algo que nunca pensé, ni soñaba que fuese posible conocer. Y de esta manera fue como comenzó esta gran experiencia.

   Tras ponerme en contacto con Sor MariaGrazia, lo que parecía un sueño poco a poco se fue convirtiendo en realidad y tal es así que me encuentro en Ginebra, viviendo en comunidad con las hermanas del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora y realizando unas prácticas para la ONG VIDES. 


 Todo ha ido superando mis expectativas, desde el primer momento que puse el pie en Naciones Unidas para hacer la tarjeta identificativa, la asistencia a cada uno de los diferentes órganos de tratados, revisiones periódicas universales de diferentes los Estados, el poder estar en la misma sala con los embajadores de cada uno de los países o el estar presente en un sesión completa del Consejo de Derechos Humanos.
   Es cierto también que la adaptación a los nuevos horarios, reglas o formas de trabajos al principio se me hicieron un poco cuesta arriba esta experiencia, pero poco a poco poniendo ímpetu y ganas me fui habituando y ahora no la cambiaría por nada.
   Esta experiencia no se resume únicamente en ir a Naciones Unidas o Palacio Wilson a escuchar lo que dicen los Estados o los difrentes Comité y posteriormente realizar un report, artículo o informe, es mucho más que eso. Es aprender a vivir en comunidad, conocer a las hermanas, aprender a relacionarte en difrentes idiomas, a ver los problemas desde diferentes perspectivas, a vivir en un lugar multicultural, a concer la labor de VIDES en diferentes lugares del mundo y como trabajan las hermanas. En definitiva te enriquece a nivel profesional pero más aún a nivel personal.
A continuación explicaré con más detalles algunas de las experiencias vividas a la par que las funciones que desempeño en la oficina.
   Para comenzar quiero hablar sobre una de las mejores etapas de estos tres meses, fue al principio de todo, con la llegada de un grupo de hermanas de María Auxiliadora procedentes de diferentes partes del mundo que trabajan para VIDES (Filipinas, Portugal, Irlanda, Camboya, Tailandia), con ellas comenzó el curso y el aprendizaje en todo lo referente a los Derechos Humanos. Tuvimos la posibilidad de asistir a diferentes charlas con personalidades tales como el primer secretario de la Santa Sede, representantes de diferentes organizaciones o la propia Sor MariaGrazia entre otros y otras.
Cuando recuerdo estos momentos con ellas enseguida se me pasan por la cabeza sensaciones diversas, desde una sonrisa amplia, hasta un grado de angustía máximo, el porque de ello, es que en momentos de explicaciones en la oficina o en las horas de las comidas, ellas nos contaban la labor que desempeñan en cada uno de esos países y las duras experiencias por las que se enfrentan cada día.  Me hace feliz el ver esas caras de los y las jóvenes con los que trabajan, la formación que les dan, la integración en sus comunidades. Pero a la vez cuando conoces esas comunidades más de cerca ves las dificultades que tienen esos niños y niñas para su formación o las innumerables violaciones de derechos humanos a las que se ven sometido.
   En los diferentes cursos nos dieron las bases para conocer más de cerca como funcionan las Naciones Unidas, los diferentes órganos de tratados, que significaba el EPU, etc. Cada uno y una de nosotras poníamos atención, ya que, en base a ello tendríamos que trabajar los próximos tres meses.
   En relación a Naciones Unidas y a la labor que realizo en la oficina van de la mano, ya que debemos asistir a los diferentes meeting, fórum u órganos de tratados, para más tarde hacer los informes, reports o artículos y enviárselos a las hermanas del país que ha sido evaluado. Es muy bonito y enriquecedor poder estar presente en Naciones Unidas, pero a la vez es bastante frustrante para mi  porque solo escucho hablar y sugerir, sugerir y hablar pero no veo en muchos momentos el avance o la propuesta de soluciones.  En general la mayor parte de los Estados no admiten críticas sobre como se vulneran los derechos humanos en sus países en relación a las diferentes discriminaciones a las mujeres, a los niños,etc. Y es por todo ello que muchas veces los índices en vez de ir a mejor empeoran o se estancan de un informe periódico al otro, tiempo entre los cuales es de 4 años, y no piensan en todas esas personas de la sociedad civil que están sufriendo y ni siquiera se les escucha.

En realción a la oficina tenemos un horario de trabajo de 8 y media de la mañana a 5 y media de la tarde, con una pausa a las 11 menos 10 para comer. Cada uno de nosotros/as disponemos de un ordenador desde el cual trabajamos siempre, que se nos asignó el primer día. Cada uno realiza tareas diferentes, y trabaja en sus propios informes. He participado en la elaboración de presentaciones tanto para explicar a los compañeros como para la propia oficina. También tuve la idea de recopilar todos los videos desde el año 2008 en donde participan tanto IIMA como VIDES en Naciones Unidas y también las colaboraciones de ambas con otras organizaciones, trabajo arduo, duro a la par que pesante, pero tuvo su recompensa y es tener todo registrado de una manera más visual y elaboré un documento word para un registro más gráfico.
Como síntesis general y volviendo a lo mencionado anteriormente, esta experiencia me ha hecho crecer profesionalmente, a darme cuenta que todo en esta vida se consigue con esfuerzo y que siempre habrá alguien que cree en ti y tienes que asegurarte que lo sigas haciendo y no decepcionarlo, por lo que el superarse cada día y el querer aprender es lo mejor que puedes hacer y siempre con una sonrisa para que los demás sientan esa felicidad también.

En esta foto nos encontramos las hermanas de los disfrentes países, Sor Maria Grazia, otra chica realizando las prácticas y yo en Naciones Unidas, tras asistir a una reunión del Consejo de Derechos Humanos.
En la imagen se ve la sala del meeting room, sala de reunión de los cursos y en donde empezamos cada día con una oración y tras ello hablamos sobre las diferentes tareas que debe desempeñar cada uno. También es el lugar donde vemos películas o documentales.
Foto desde la oficina en la cual trabajamos a diario.



Esta foto es de un día de visita turística con las hermanas por Ginebra
Foto tomada en la sala XX en Naciones Unidas, los 4 internos con Sor MariaGrazia. El chico y una de las chicas de EEUU, otra chica de nacionalidad italiana y yo